A lo largo de nuestra vida generamos hábitos y costumbres que realizamos por rutina, a veces casi sin darnos cuenta y a veces sin las que no podemos vivir. Como estudiante es necesario que nos habituemos a una rutina que nos ayude a aprovechar el tiempo al máximo.
El buen estudiante tiene buenos hábitos de estudio. Ellos aplican estas prácticas a todas sus clases. Hoy os traemos 5 hábitos que todo buen estudiante debe interiorizar para sacar el máximo rendimiento a las horas de estudio. Al principio, como todo, resultará difícil llevarlo a cabo y habrá que hacerlo de forma consciente. Sin embargo con el paso del tiempo se volverán algo esencial e inconsciente en vuestro hábito de estudio.
Atención
En clase debemos oír la explicación del profesor, atender a lo que dice, a los ejemplos que utiliza y al método que está indicando. Cuando me refiero a atención quiero decir que realmente ESCUCHEMOS al profesor. Oír lo que dice de fondo sin prestarle atención, se traduce directamente en más horas de estudio luego, en no comprender los apuntes o simplemente en dudas que ya se han resuelto previamente.
Concentración
La RAE define concentrarse como: «centrar intensamente la atención en algo«. Cuando nos referimos a la concentración estamos diciendo que si el profesor habla, nosotros escuchamos lo que está diciendo. Sin pensar en la cena de ayer, en lo que me dijo la vecina del quinto o en lo interesante que es esa abeja. Concertarse equivale a estar pendiente, centrando toda nuestra atención en la lección que se está explicando.
Motivación.
La motivación es esencial en todos las aspectos de nuestra vida. Ya sea por obligación o por placer. A todos nos resulta tedioso levantarnos de la cama e ir a estudiar algo que no nos motiva y cuya finalidad no alcanzamos a ver. Es por esto que debemos ponernos en un cartel de neón el porqué estamos haciendo esto más allá del: “Mis padres me obligan”, Realmente estudiamos porque queremos ser… o dedicarnos a….. Lo que sea, cada uno de nuestros sueños depende de estudiar, lo que significa estudiar lo que nos gusta y a veces estudiar lo que no. Pero al fin y al cabo es una barrera que debemos superar para alcanzar cada uno de nuestros objetivo.
Constancia
La constancia es la esencia de cualquier cosa que hagamos en esta vida. Un poco de esfuerzo cada día, sin pereza y con una motivación clara, es la clave del éxito en cualquier cosa que nos propongamos. Con constancia me refiero a dedicar a la tarea que nos hayamos asignado un poco cada día, de forma que no se convierta en una inmensa bola de nieve que nos aplaste con su peso y nos impida avanzar.
Perseverancia
La perseverancia no es más que la capacidad que todos tenemos de levantarnos pese a las caídas, pese a las complicaciones y a pesar de las muchísimas trabas que la vida va a poner en nuestro camino.
Si convertimos estas sencillas «reglas» en una costumbre, en nuestro dogma, no sólo lograremos triunfar en los estudios sino que lograremos todo aquello que nos propongamos en la vida, sea académico o no.
¡Ánimo Doctrinianxs!
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