La agenda escolar está pensada para que el alumno aprenda a organizarse y a planificar el trabajo.
Este instrumento de trabajo, además de servir de ayuda a los estudiantes para gestionar sus tareas diarias, es un medio perfecto para agilizar la comunicación entre familias y profesores, así como facilitar el seguimiento del progreso escolar del alumno.
Para que la agenda escolar cumpla su función eficazmente, debemos completarla con información específica y concreta. No basta con apuntar cada día pequeñas pistas («ejercicio de mates», «estudiar lengua») que ayuden a recordar la tarea. Es necesario que el estudiante anote claramente todo lo concierne a la tarea que debe desempeñar:
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Apuntar cada una de las asignaturas que se ha dado en el día, a continuación escribir lo que se ha hecho en clase en cada una de ellas, de este modo sabremos cómo va el estudio de cada tema y de cara al examen sabremos exactamente lo que abarca.
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Si no mandan ejercicios debemos poner junto a la explicación de lo que se ha hecho durante el día: sin deberes. En el caso de que mandaran ejercicios, hay que anotar la página, número y tema al que corresponde.
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Si hay que realizar un trabajo se debe matizar la fecha de entrega, la temática y los referentes que haya especificado el profesor.
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En el caso de que la tarea consista en estudiar, se requiere que se puntualice si es «aprender de memoria» o trabajar sobre el tema con esquemas, resúmenes y otras técnicas de estudio.
La agenda tiene una utilidad mayor que recoger las tareas asignadas. Debe utilizarse como una herramienta de gestión y planificación del tiempo. Una vez que el alumno ha anotado toda la información, es aconsejable que organice su trabajo diario en relación a lo que tiene que hacer, estudiar o preparar durante la semana o el mes.
- El alumno puede priorizar las tareas y determinar cuáles debe realizar antes. Para gestionarlas, le ayudaría marcar las finalizadas a medida que se completan. Una simple X bastará. Además esto nos dará la sensación de que realmente estamos aprovechando el tiempo ya que vemos gráficamente los frutos de nuestro esfuerzo.
- Es fundamental que determine el tiempo que necesita para realizar cada una de las tareas. Ante la entrega de un trabajo, puede reservar tiempo de los días anteriores para su preparación.
- Cuando tiene que preparar un examen, puede incluso especificar los pasos para preparar dicha prueba (esquemas, repaso, etc.).
- También es preciso atender a las actividades extraescolares que forman parte de la agenda del estudiante. Es conveniente especificar cada día las actividades de este tipo y estructurar el tiempo de estudio en función de éstas.
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