Mens sana in corpore sano

Ya lo decían los romanos mens sana in corpore sano. Debemos  concienciarnos que una dieta saludable, un poco de ejercicio diario y una buena organización en el estudio son los 3 pilares básicos para optimizar nuestros resultados académicos o de cualquier otra índole.

Una dieta equilibrada ayudará a aumentar la memoria y mejorará la capacidad de concentración. Debe realizarse al menos tres comidas al día, lo ideal serían 5, eliminando dentro de lo posible alimentos grasos difíciles de digerir y que proporcionarán un valor energético innecesario. El arroz, la pasta y las legumbres son tu gran aliado a la hora de aportarte los hidratos de carbono que tu cuerpo necesita. Ten muy en cuenta que las digestiones pesadas o el exceso en las comidas puede provocar somnolencia y hasta malestar de modo que no estudiarás en las condiciones adecuadas. Tener horas fijas y mantener un control en las comidas puede ayudarte para que esto no ocurra.

Consejos prácticos para mantener una alimentación saludable:

Frutas, verduras y hortalizas

Comer al menos cinco piezas o porciones (o 400 g) de frutas y verduras al día reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles  y ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética.

Con el fin de mejorar el consumo de frutas y verduras se puede:

  • incluir verduras en todas las comidas;
  • comer frutas frescas y verduras crudas como aperitivos;
  • comer frutas y verduras frescas de temporada;
  • comer una selección variada de frutas y verduras.

Grasas

Reducir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria contribuye a prevenir el aumento de peso en la población adulta.

Además, el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles disminuye al reducir el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta calórica diaria, y de grasas de tipo trans a menos del 1%, y al sustituir esas grasas por las grasas no saturadas (2, 3).

La ingesta de grasas puede reducirse del modo siguiente:

  • modificando la forma de cocinar: separando la parte grasa de la carne; utilizando aceites vegetales (de origen no animal); cociendo los alimentos o cocinándolos al vapor o al horno, en lugar de freírlos;
  • evitando el consumo de alimentos procesados que contengan grasas de tipo trans;
  • reduciendo el consumo de alimentos con un contenido alto en grasas saturadas (por ejemplo, queso, helados, carnes grasas).

 

Los expertos recomiendan practicar ejercicio físico por sus numerosos beneficios tanto a nivel físico como a nivel mental. Respecto a este último, la práctica regular de actividades físicas o deportivas puede ayudarnos a conseguir un mayor bienestar, pero también a mejorar nuestras funciones cognitivas, independientemente de la edad o la condición física. Ejercitarse de manera regular nos ayuda a obtener un mayor rendimiento académico, puesto que, además de producir químicos de la felicidad o mejorar nuestra autoestima, nos aporta otros beneficios que pueden favorecer un mejor desenlace en lo académico: reduce el estrés, mejora la memoria y el aprendizaje, aumenta la capacidad cerebral y mejora la productividad.

Así que ya sabéis comed bien y sano, un pequeño paseo diario, una horitas de estudio y Tachan! ¡Todo aprobado!

¡Ánimo Doctrinianos!

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