1. Empieza con el «porqué»

Antes de empezar una asignatura, antes de apuntarme a un curso, antes de comprar o prestar un libro, antes de cada lección y antes de cada capítulo me hago estas preguntas:

• ¿Qué quiero conseguir con esto?
• ¿Qué es lo que quiero aprender?
• ¿Cómo quiero que mi vida cambie una vez acabado?

Visualiza el resultado que quieres conseguir, con más detalles mejor. Si conoces bien el porqué del material que estás estudiando, será más fácil detectar qué parte del material te sirve y qué parte puedes saltar.

2. Estudia con atención plena

“Tu cerebro no está hecho para hacer dos cosas a la vez» — Jeroen Sangers

Ya lo sé, últimamente hablamos demasiado de ‘mindfulness’, pero creo que es un tema importante. Tu cerebro no está hecho para hacer dos cosas a la vez.

El proceso de aprendizaje va más rápido si prestas toda tu atención al material que estás estudiando.

Busca un lugar tranquilo, ponte algo de música instrumental, activa el modo avión de tu móvil y cierre todas las pestañas del navegador para poder enfocarte.

3. Determina tu estilo de aprendizaje

Cada persona puede preferir diferentes estilos y técnicos de aprendizaje. Los estilos de aprendizaje agrupan las maneras comunes en que aprendemos.

Es posible que encuentras que tienes un estilo dominante y utilizas los demás estilos menos. O quizás utilizas diferentes estilos en diferentes situaciones. No existe una mezcla perfecta.

Si reconoces y entiendes tus propios estilos de aprendizaje, podrás utilizar las técnicas que mejor se adaptan a ti para así mejorar la velocidad y calidad de tu aprendizaje.

Los seis estilos son:

• Visual: Prefiere utilizar fotos, imágenes y comprensión espacial.
• Auditivo: Prefiere utilizar sonido y música.
• Verbal: Prefiere utilizar palabras; hablado y escrito.
• Físico: Prefiere utilizar su cuerpo, manos y sentido de tacto.
• Lógico: Prefiere utilizar la lógica, razonamiento y sistemas.
• Social: Prefiere aprender en grupos o con otras personas.
• Solitario: Prefiere trabajar y estudiar solo.

4. Toma muchas notas

Sólo nos acordamos el 10% de lo que leemos, pero el 60% de las cosas que apuntamos.

Es importante tomar muchas notas, seguramente más de que estás haciendo ahora mismo.

5. Interactúa con tus notas

Aunque solo el hecho de tomar notas ya hace que lo recuerdes mejor, no es suficiente. Podemos incrementar la eficiencia interactuando con tus notas.

¿Qué quiero decir con esto?

La mayoría de las personas sólo utilizan sus notas para revisarlas justo antes de un examen, pero eso no es lo mismo que utilizar realmente tus notas.

Cuando tomes notas utiliza el método de la Universidad de Cornell: deja bastante espacio libre en la hoja, para más tarde poder añadir preguntas, palabras clave y un breve resumen.

6. Aplica la técnica de ‘Timeboxing’

A veces estudiar es como una montaña. ¿Cómo vas a aprender los contenidos de 100 páginas de un libro?

En lugar de dividir la tarea en partes funcionales, también puedes dividirla por tiempo.

Si escuchas bien a tu cuerpo, notarás un ritmo de capacidad de concentración intercambiado con momentos de estar más cansado. Tu cuerpo necesita un descanso más o menos cada 90 minutos.

Lo que puedes hacer es cronometrar 90 minutos y estudiar todo lo que puedas. Cuando suene la alarma, levántate de tu silla y haz alguna actividad diferente durante 15 minutos. Esta técnica se llama Timeboxing.

7. Toma pausas y haz deporte

Estamos acostumbrados a ver nuestra capacidad mental separada de la capacidad física, pero la realidad es que nuestro estado físico afecta mucho al cerebro.

Tener una vida saludable — hacer deporte, comer sano y dormir suficiente — incrementa las competencias mentales.

Además, tu cerebro tiene dos modos de trabajo: el modo lógico y consciente y el modo creativo e inconsciente. Si estás concentrado en el material de estudio, la mente está utilizando mayoritariamente la primera forma de trabajar, pero cuando dejas de concentrarte para tomar una pausa, el cerebro continúa analizando el material de forma inconsciente. Es entonces cuando te salen las mejores ideas.

8. No esperas hasta el último momento

Evita quemarte las pestañas el día antes del examen. No sólo llegarás demasiado cansado al examen, además no has dado a tu cerebro la posibilidad de procesar el material. Quizás ahora todavía te acuerdas de lo que has estudiado, pero en dos días lo habrás olvidado todo.

Aprender es un proceso lento. Es mejor estudiar un poco durante muchos días que estudiar mucha información de golpe.

¡A ESTUDIAR!

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¡Ánimo Doctrinianos!