octubre 08 2018

Si te diviertes aprenderás

Estudiar ni es aburrido, ni debería serlo.

Así lo afirman numerosos estudios, que relacionan el éxito académico con el entretenimiento, en el mejor y más amplio sentido de la palabra.

Cuando algo nos resulta entretenido prestamos atención de forma “automática”, sin necesidad de esfuerzo alguno, y ésta es la clave de nuestro éxito, pues es precisamente la atención lo que nos conduce a la concentración, algo necesario para que se produzca un aprendizaje de calidad.

Los estudios realizados en este sentido dimensionan la relación existente entre diversión y educación, que en ocasiones ha quedado infravalorada, o reducida al mundo infantil, cuando en realidad los modelos de aprendizaje varían en función de la edad, pero la base de los mismos no. Es decir, no nos divertimos con las mismas actividades con cinco que con treinta y cinco años, pero en ambos casos es fundamental que lo hagamos.

Detrás hay una explicación química, como explican diferentes expertos. Y es que las emociones positivas, como las producidas por la risa, elevan nuestros niveles de dopamina en el cerebro, influyendo de forma decisiva sobre los neurotransmisores implicados en procesos cognitivos. O dicho de forma más sencilla, las emociones positivas son determinantes para los procesos de aprendizaje. De hecho, se ha comprobado que niveles bajos de dopamina afectan gravemente a la memoria.

Como ejemplo, un estudio de la Sam Houston State University, en el que se verificó que alumnos universitarios recordaban mucho mejor las explicaciones de sus profesores, cuando éstas incluían bromas relacionadas con el tema.

Por ello, no sólo es importante que la materia a la que nos enfrentemos nos interese en sí misma, sino también que en nuestro estudio contemos con elementos que atraigan de forma natural nuestra atención.

El juego como herramienta de estudio: la ludificación o gamificación.

Podemos hablar de “gamificación” o de “ludificación” del aprendizaje, pero quizás resulte más sencillo si hablamos directamente de juego. Porque incluir el juego dentro del proceso de aprendizaje es la esencia de la ludificación, más conocida por su versión anglosajona como la gamificación.

En qué momento, lugar o circunstancia se ha establecido la norma que estudiar no solo no es divertido sino que es tedioso, cansado y una obligación cuanto menos fastidiosa. Si nos lo planteamos de esa forma cada vez que nos ponemos delante del libro es normal que finalmente se convierta en algo mas molesto que agradable. Os podré un ejemplo, salir con amigos de fiesta es divertido o mejor dicho salimos con la premisa de que nos divertiremos, nos reiremos y será genial, y normalmente así es pero no tiene por que serlo, muchas veces es más la actitud que la situación en sí misma. Pues con los estudios igual, si lo veis como algo negativo y pesado os aseguro que será algo negativo y tedioso, pero si por el contrario lo convertís o lo pensáis como algo divertido e interesante, las horas se pasarán casi sin que os deis cuenta.

Sé que la mayoría vais a decir que estamos locos y ni lo vais a intentar, pero ¿Y si tenemos razón y el estudio deja de ser un fastidio? Creo que merece la pena intentarlo, ¿no?

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¡Ánimo Doctrinianos!