Finalmente ha llegado el día, HOY voy a estudiar. Perfecto y ¿ahora qué?. Muchas veces nos sentamos a estudiar, y simplemente abrimos el libro y a leer. ERROR. Lo primero que debemos hacer es organizarnos el estudio, ver la materia que debemos estudiar y estructurarla en horas, días y semanas. Hoy os traemos unas pautas para planificar las sesiones de estudio.
Horario
Lo primero que debemos hacer es organizarnos el día, ¿qué tengo que hacer? (comer, dormir, sacar al perro…), ¿cuánto tiempo dispongo después de mis tareas?, y más importante: ¿cuánto tiempo necesita este examen para sacar un 10? Recordad que nosotros siempre aspiramos al 10, ya que si fallamos nos quedamos en un 7, si de otra forma aspiramos a un 5/6 y fallamos, suspenso al canto.
El tiempo justo
Cada asignatura, nivel, tipo de prueba, etc. va a tener una dificultad diferente para cada persona, es por esto que pese a que en principio debemos dedicar 1 hora por asignatura, debemos adaptar nuestro horario lógicamente, es decir, dedicando más tiempo a la asignatura que más trabajo nos resulte más complicada.
Atención a los detalles
Una vez hemos creado un horario, debemos centrarnos ahora en los detalles, es decir, no sólo debemos crear franjas horarias (estudio de 6 a 8), sino delimitar qué voy a estudiar en cada hora, qué asignatura, qué tema y qué puntos.
Grano a grano se crean montañas
Para no saturarnos en la primera semana, lo mejor es fraccionar las materias y estudiar muchas veces lo mismo, pero disgregado en el tiempo y no acumular en una sola sesión muchas horas dedicadas a lo mismo. De hecho no os recomiendo sesiones de más de hora y media seguidas. Es mejor estar 40 minutos, tener un descanso de 10 minutos y volver a la carga.
No aburras al cerebro
Siempre que sea posible es bueno que no entremos en una monotonía, sino que siempre que sea posible cambiemos de asignatura, cambiemos el tipo de ejercicios o hagamos una pequeña pausa. Ya que esto nos ayudará a estar más concentrados y activos. También es conveniente empezar con una asignatura de dificultad media, seguir con una difícil, hacer el descanso, retomar con otra difícil y a partir de ese momento ir reduciendo la dificultad. La alternancia debe intentar tener en cuenta tanto el contenido como la dificultad.
Repasando que es gerundio
Da igual lo mucho que estudiemos, ya que sin el repaso caerá en saco roto y el conocimiento no prevalecerá más allá del momento del examen. Cuando estudiamos y rápidamente, sin hacer descanso repasamos el temario, nos lo sabemos perfectamente, pero cuando pasan un par de días, todas nuestras preciosas horas de estudio ¡puf! ya no están. A nosotros nos interesa la memoria a largo plazo. Y ¿sabéis cómo se logra? REPASANDO, REPASANDO Y REPASANDO. Mínimo por examen 10 repasos con intervalos de una hora entre uno y otro.
Mens sana in corpore sano
La organización del día debe atender a responsabilidades familiares y laborales que se tengan pero también debe contar con tiempo para realizar algún tipo de actividad física y de ocio.
La clave es la perseverancia
De nada sirve todo esto si luego no aplicamos nuestro organigrama. Ya sé que no tenéis ganas, ya sé que estáis «cansados» y creedme cuando digo que sé que preferiríais hacer cualquier otra cosa, pero debéis hacerlo. Muchas veces perdemos de vista nuestro objetivo. ¿por qué estudio? No estudiáis por vuestros padres, no estudiáis para vuestros profesores, estudiáis por y para vosotros, para convertiros en personas cultas capaces de luchar y vivir en un mundo lleno de gente muy preparada.
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¡Ánimo Doctrinianos!
