noviembre 26 2018

Enseñar a discutir

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la capacidad para argumentar o discutir NO se desarrolla sola. Tanto padres como profesores tienen que ofrecer al niño una serie de herramientas para que sea capaz de defender sus ideas.

Si un niño es capaz de argumentar y de discutir sin necesidad de alzar la voz controlara mejor sus emociones. Las personas adultas tendemos a minimizar los problemas de los menores, porque no los consideramos como tales, aun así pueden ser para ellos mucho más graves de lo que nos parece a nosotros.

Para que sean capaces de explicar sus problemas y de argumentar en diferentes discusiones se le deben de dar una serie de pautas:

 

  • Estrategias comunicativas: los adultos debemos ayudarles a expresar lo que ellos sienten para que se les entienda bien y no tengan que usar un tono de voz alto para argumentar. Para ello se tiene que tener en cuenta que hay que dejarles terminar sus argumentos, no hay que minusvalorarlos y tienen que tener la oportunidad de hablar en público.
  • Escucha activa: el niño tiene que reflexionar sobre los contraargumentos que recibe, para luego poder dar respuesta a ellos. Por ello es importante que sepa respetar el turno de los demás participantes y que bajo ningún concepto se descalifique o se burle de los demás.
  • Soluciones conjuntas: el adulto tiene que ayudar al niño a empatizar con los demás participantes para que puedan llegar a tomar una solución entre todos. No siempre se tiene razón, por lo que hay que saber recular y sobre todo mantener el control de las emociones.

 

EJEMPLO DE LOS PADRES

Los niños aprenden antes mediante la observación que mediante la escucha, por lo tanto, lo que  ellos ven lo suelen copiar. Los padres-madres al ser un ejemplo para los niños tienen que mantener la compostura y usar un lenguaje adecuado.

 

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¡Ánimo Doctrinianos!

 

 

 

Crédito yosipuedopsicopedagogia