julio 16 2018

Cómo lograr la respuesta perfecta

Muchas veces no basta con haber estudiado muchas horas, o con tener una gran oratoria para redactar la respuesta que consiga darnos el máximo de puntos. Lo más importante es que la persona que te lo corrija, tras leer tu respuesta tenga claro como el agua que dominas esa materia. Para ello lo importante es relacionar conceptos, explicar la información como si la conocieras de toda la vida, con confianza y seguridad. Al fin y al cabo lo has estudiado a conciencia.

De igual modo os adjuntamos unos elementos a tener en cuenta a la hora de redactar cualquier pregunta de desarrollo.

 

La pregunta

Lo primero que debemos hacer es leer y comprender la pregunta en cuestión.¿Qué nos están preguntando? ¿Con qué se puede relacionar?. Una vez sabemos exactamente lo que quieren de nosotros sabemos lo que debemos de responder.

Recordad que lo realmente importante es contestar a la pregunta, de nada nos sirve poner una retaila de conocimientos ajenos a la cuestión que pretendan demostrar lo muchísimo que hemos estudiado, si la pregunta se hubiese respondido a la perfección con una o dos frases.

Una vez hemos contestado a la pregunta, y si disponemos de tiempo, espacio, no se trata de una pregunta corta y disponemos de los conocimientos, podemos ampliar la información con algún dato complementario RELACIONADO directamente con el tema y que aporte algo.

 

Estructura

En el caso de tratarse de una pregunta de desarrollo, lo primero que debemos plantearnos es la estructura. Al fin y al cabo estamos creando un texto, un texto informativo que pretende mostrar una información concreta, detallada y objetiva (excepto en un comentario crítico claro está). Y para ello debemos planificar una estructura .¿Qué voy a poner? ¿En qué orden? y ¿Por qué ese orden?.

Debemos trasmitir la sensación de orden, coherencia y cohesión en todo el texto, no sólo por que es la forma correcta de crear un texto, sino por que inconscientemente cuanto más estructurado esté, más creerá el examinador que domináis la materia.

La introducción debe explicar perfectamente la idea general de lo que vamos a transmitir.

El cuerpo debe estar compuesto por varios párrafos, cada uno de ellos centrados en una idea o concepto. Pensar que cada una de estas ideas debe desarrollarse en un orden lógico y coherente.

La conclusión, no debe incluir ideas o conceptos nuevos, simplemente reafirmar lo que establecido en el desarrollo y dar una conclusión coherente y meditada.

 

El lenguaje

En este apartado no nos referimos a la limpieza, u otras cuestiones estéticas que aunque secundaria son de agradecer.No es lo mismo corregir un texto delimitado con una letra legible a un cúmulo de garabatos en una lengua más semejante al arameo que al español.

Con lenguaje nos referimos al uso de la lengua es sí misma. Nuestra respuesta debe contener un lenguaje cuidado, preciso y coherente. No debemos regodearnos en tecnicismo y palabras consideradas «cultas» si no las dominamos y forman parte de nuestro vocabulario habitual. En la mayoría de los casos la sencillez es la clave. De hecho esto demuestra que se ha interiorizado el conocimiento y que no nos hemos perdido en un mar de datos.

Y por supuesto, no olvides nunca dejar un tiempo para releer el texto, y evitar faltas de ortografía o de sintaxis, que pueden sobrevenir fruto de una escritura rápida. Lo que nos lleva, directamente, a la siguiente clave.

El tiempo.

Al comienzo del examen debemos planificarnos el tiempo. ¿Cuántas preguntas son? ¿Cuántos minutos tengo por pregunta? ¿Cuáles son mas sencillas y cuales más complejas?. Todo esto nos puede ayudar a contestar con mayor precisión, dedicando el tiempo justo a aquellas que conozcamos menos y explayándonos en las que dominemos.

 

 

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¡Ánimo Doctrinianos!