Prepara el equipamiento
Elige una mochila que no vaya a deformar la columna vertebral infantil. Dicho esto, puedes dejar que tu hijo escoja el color y el estampado: eso lo ayudará a percibir el regreso a clases como un acontecimiento alegre, relacionado con algo agradable. Déjalo también elegir su ropa para la escuela. Si en el colegio se utiliza un uniforme, que es igual para todos, el niño puede escoger el suéter, la blusa o la camisa.
Prepara el lugar de trabajo
Es muy importante que el estudiante tenga su propio escritorio para estudiar y hacer los deberes. Es mejor que el ordenador esté en otro sitio, de lo contrario, puede distraerse. Además, el escritorio debe tener suficiente espacio para que pueda tener a mano su material y no pierda tiempo buscándolo.
Presta atención a la selección de la silla con el fin de que ésta proporcione una postura ergonómica y cómoda. La altura de la silla debe ser ajustable. También es importante que el respaldo tenga el soporte lumbar. Pero los apoyabrazos de la silla no son necesarios: al escribir, se apoyará sólo en uno de ellos, y esto puede provocar una desviación de la columna vertebral.
Preparar un horario
Para que un niño estudie bien, se sienta menos cansado y más sano, debemos elaborar un horario. Es importante seguirlo a rajatabla y definir con claridad, no sólo la hora de despertarse e ir a dormir, sino también la de hacer los deberes, disfrutar de juegos activos y del descanso. Es mejor que la rutina diaria se cumpla también durante los fines de semana y las vacaciones.
Reencuentro con los amigos
Durante las vacaciones de verano, los niños pierden la costumbre de escribir a mano. Es pues recomendable que, antes de comenzar el año escolar, los prepares haciéndoles pequeños dictados. Esto no sólo los ayudará a repasar lo aprendido el año pasado, sino que también ejercitará los músculos de la mano para las cargas futuras.
Si quieres preparar al niño para el reencuentro con sus compañeros de clase, unos días antes del regreso a la escuela puedes organizar una reunión general, por ejemplo, un picnic en el parque, un día de campo o ir juntos al cine. Si no has podido hacerlo antes, también puedes hacerlo apenas empiecen las clases.
Sin sobrecargas
El comienzo del año escolar supone un gran estrés para el niño. Por lo tanto, te aconsejamos no inscribirlo en todas las materias extracurriculares (música, danza, pintura, etc.) al comienzo del año lectivo: esto puede provocar más cansancio, y afectará el proceso de aprendizaje. Dale la oportunidad de adaptarse a las nuevas condiciones y al horario.
Sin presiones
Al empezar el año lectivo, muchos padres exigen a sus hijos sacar buenas calificaciones. Eso no es bueno, ni para los alumnos más pequeños que, al principio, no suelen obtener notas por su trabajo, ni para los que llevan varios años yendo a la escuela, pues las expectativas no cumplidas afectan negativamente la psique de un adolescente.
Así pues, en vez de hablar de los buenos resultados, insiste en la importancia de conocer gente nueva y obtener conocimientos interesantes y útiles para la vida.
Enseña a tu hijo a cocinar platillos básicos, a secar ropa y zapatos mojados, a fregar los platos y otras cosas sencillas del hogar. Además, enséñale a ser autosuficiente preparándose para dormir, déjalo preparar la mochila él mismo, escoger la ropa para el día siguiente. No estará de más recordar al niño las normas de higiene, como por ejemplo, lavarse siempre las manos después de ir al baño y antes de ir a comer.
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¡Ánimo Doctrinianos!