1. Cuanto antes se dedique una persona a la música, mejor
Cuando un niño se dedica a la música, comienza a notar más detalles, se concentra mejor, aprende a distinguir los sonidos, la duración de las notas, las pausas y, además, mejora su memoria. Los ejercicios musicales influyen mucho en el desarrollo del cerebro, ya que las principales zonas que se encargan del procesamiento de la música coexisten estrechamente con las demarcaciones que son responsables por el desarrollo del habla.
La música también influye favorablemente en el estado del cerebro a una edad avanzada, ya que frecuentemente las personas de mayor edad comienzan a entender mal el habla, y tocar algún instrumento o cantar puede advertir de tales problemas o incluso reducirlos. Si existe la oportunidad de que tus hijos se dediquen a la música, no dudes en aprovecharla, ya que los hará más inteligentes, felices y productivos.
2. Los recesos y el descanso son las mejores formas para memorizar
Estamos acostumbramos a considerar que la educación tiene que ser sobre un escritorio y, durante todo este tiempo, la persona no tiene que distraerse de ninguna manera. Pero, en realidad, la distracción, los recesos y el descanso no impiden el proceso de la enseñanza, sino que, por el contrario, lo ayudan. Lo mejor que se puede hacer para aprender nueva información es estudiar rápido un tema y después dormir. De esta forma, esos nuevos conocimientos pasarán a formar parte de la memoria a largo plazo.
El movimiento ayuda a la enseñanza y no la interrumpe
El proceso de educación siempre está en marcha, y por eso no importa para nada si estás sentado en un escritorio, acostado en un sillón o paseas por el parque, ya que lo más importante es que te sientas cómodo.
Los movimientos ayudan mucho en el proceso de educación, ya que así el cuerpo aprende mucho mejor. Si en el momento del aprendizaje estabas de pie o incluso andabas en bicicleta, eso servirá como un factor adicional para la formación.
Diversas investigaciones demostraron que los ejercicios físicos mejoran la memoria y, en general, influyen favorablemente en la actividad del cerebro. Además, se pueden practicar movimientos especiales para mejorar el proceso de memorización: por ejemplo, antes de dormir puedes recordar detalladamente al máximo qué has hecho desde el momento en que te despertaste.
4. Meta: las habilidades son más importantes que el nivel de CI
Cada día nos enfrentamos a una enorme cantidad de información y, por supuesto, es imposible recordarla toda. Pero eso no es necesario, lo más importante es enseñarle a tu hijo a entender los principios de las acciones de las cosas, mostrarle cómo aprender, cómo mantener la atención, cómo guardar en su memoria lo que realmente es importante, cómo superar la sobrecarga de información y cómo descansar correctamente.
5. Dale la oportunidad a tu hijo probarse en diferentes ámbitos
El mundo es interesante y diverso. Permítele a tu hijo verlo y estudiarlo desde diferentes ángulos, ya que esto desarrollará su personalidad, le ayudará a conocerla mejor y a encontrar su vocación.
Hay que tratar que los niños tengan un cerebro libre de estereotipos. No tienen que actuar por la orden de los padres y maestros. Es necesario que siempre se sientan libres para la creación y autoexpresión. “Toda la variedad de arte: música, pintura y ballet, tienen que estar disponibles para todas las personas”, dice la catedrática.
6. No temas cometer errores
Para conocer el mundo de forma libre y manifestarte en el arte, no tienes que tener miedo de cometer errores. El control constante que nosotros poseemos debido al temor de hacer algo incorrecto reduce nuestras posibilidades, e impide que alcancemos el éxito y tengamos alegría en nuestra vida. “La tensión constante porque te hace falta el tiempo, no te sale nada bien o fracasas nuevamente en algo es lo peor que puedes experimentar”.
7. Desarrolla la capacidad motora
En el mundo contemporáneo, prácticamente no escribimos textos y leemos menos libros, y esto forma otro tipo de persona, una forma diferente de pensar.
Para un niño pequeño es importante hacer actividades más sutiles con las manos: cortar con las tijeras, hacer figuras de plastilina, jugar con los dedos, seleccionar cuentas, atarse las agujetas, entre otras. Solamente así se desarrolla la capacidad motora del pequeño, y esto es lo que tiene mucha importancia para formar el habla.
8. No le permitas al cerebro ser perezoso
Todos nacemos con diferentes capacidades, nadie las excluye. Pero esto no significa que las buenas habilidades por naturaleza puedan garantizarnos el éxito. Si no nos esforzamos, todo fracasará. El cerebro se desgrada cuando no tiene carga cognitiva. Por ejemplo, si durante medio año no te levantas de la cama, tus músculos se atrofiarán. Lo mismo sucede con ese órgano. Trata de alternar el descanso con la carga, así podrás realmente relajarte y el cerebro no perderá “su forma deportiva”.
