La época de exámenes siempre nos plantea dos situaciones:

La primera es nuestra repentina reconversión religiosa. De la noche a la mañana le rezamos a cualquier santo, deidad e incluso al cosmos para que el profesor pregunte lo que nos hemos estudiado, sea benevolente en la corrección, o mejor aún, que ni siquiera aparezca.

Después de esto nos enfrentamos a nuestra consiguiente crisis estudiantil, en la cual nos cuestionamos nuestros métodos de estudio; nuestra capacidad de resumen e incluso dónde están todos aquellos supuestos maravillosos apuntes que creíamos haber cogido en clase y quién los ha sustituido por ese jeroglífico sin sentido y lleno de dibujitos.

Para evitar esas situaciones y que os enfrentéis a los exámenes con seguridad y optimismo y con el objetivo final de aprobar, os dejamos lo que consideramos la clave del éxito en los estudios.

• Número 1: Prepara las clases

Si os leéis aunque sea el temario que vais a dar antes de darlo, cuando lo explique el profesor no os pillará de nuevas y absorberéis el contenido más rápido y mejor, lo que se traduce en menos horas de estudio luego.

• Número 2: En clase

Toma apuntes de todo lo que se diga en clase, aparezca o no en el libro, pero tómalo con tus propias palabras.

Es decir, una vez hayas entendido el contenido, escríbelo para explicárselo a tu yo del futuro, tu yo del presente ha entendido la explicación, pero para tu yo del futuro pueden haber pasado varias semanas, es por esto que tenemos que exponerlo para que pueda entenderlo como si hubiese sido esa misma mañana.

Recuerda también hacer preguntas, aquí no cabe la vergüenza,  ya que quedarnos con la duda únicamente nos perjudica a nosotros.

Además, muchas veces nuestros compañeros comparten nuestras inquietudes pero al igual que nosotros son demasiado tímidos para preguntar.

• Número 3: Después de clase

En primer lugar, prepara una guía de estudio, con esto me refiero a organizar todo el material por asignaturas, así como hacer un horario con el tiempo que vamos a dedicar a cada materia. Lo suyo sería dedicar al menos 1 hora diaria.

En bachillerato, y la ESO deberemos aumentarlo a 2 horas diarias e incluso 3 horas, según el volumen de trabajo que tengamos.

• Número 4: Repaso

El fin de semana dedica al menos 2 horas a repasar todo aquello que has estudiado durante la semana o a terminar los esquemas, resúmenes y demás que no te haya dado tiempo.

Cuanto más repases un temario, más tiempo lo recordarás y por tanto, menos horas de estudio tendrás que dedicarle luego, y créeme, conseguirás aprobar

• Número 5: Prepara tus exámenes

Fija la fecha en tu calendario, distribuye el contenido en varios días/semanas, decide qué vas a estudiar cada día, cómo lo vas a organizar y deja siempre 1/2 días para únicamente REPASAR.

Sé que a priori estos consejos parecen pesados y difíciles de llevar a cabo, pero con una buena organización y un poquito de voluntad podréis lograr todos vuestros objetivos.

Al igual que una dieta, no debéis tomaros esto como algo cansino pensado únicamente para aprobar, sino que debe convertirse en un hábito de estudio saludable que os ayude a aprender, el cual es al fin y al cabo la finalidad de cualquier estudio.

¡Ánimo Doctrinianos!

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