El curso está prácticamente a la vuelta de la esquina, y para muchos también es el primer año en la universidad.
Es normal que las primeras semanas del curso en la universidad puedas sentir que no eres capaz de seguir tantas asignaturas y temario, que te cuesta organizarte y comienzan los miedos a “no dar la talla” y pensar que no vamos a poder cumplir nuestras propias expectativas e incluso lo que se espera de nosotros. ¡Pero no dejéis que estos pensamientos se apoderen de vosotros!
«El primer año de universidad no resulta fácil para ningún estudiante porque implica adaptarse a un nuevo contexto organizativo, educativo y social«, indica Pilar Figuera, doctora en Ciencias de la Educación y profesora titular de Orientación Profesional del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad de Barcelona (UB).
«Much@s tienen que realizar un esfuerzo por adaptarse a las diferentes metodologías docentes con las que se encuentran, no coincidentes con las que conocían. Además, suelen saber poco sobre la organización de los estudios en los diferentes centros«, explica por su parte Soledad Romero, profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla y especialista en orientación profesional.
Al comenzar la universidad se nos proponen nuevos retos
En esta nueva etapa tenemos nuevos retos tanto a nivel académico, como social y personal:
- Hay que adecuarse a una nueva manera de estudiar, ya que debes aprender conceptos y procedimientos que son más complejos
- Tienes que aprender a autogestionarte, ya que los profesores no monitorean el seguimiento de sus alumn@s como sí se hace en Bachillerato o en la Formación Profesional.
- En lo social, se llega a un contexto más heterogéneo en la forma de relacionarnos con los demás, por lo que es necesario integrases, hacer nuev@s amig@s y resolver conflictos con gente muy diversa.
- A nivel personal, hay que ser conscientes de los restos que implican las nuevas relaciones, la construcción de la imagen de uno mism@, la organización de los tiempos, e incluso también hay alumn@s que tienen que enfrentarse a un cambio de residencia
Si este año es tu primer año de universidad, queremos darte una serie de consejos para que puedas afrontar esta nueva etapa de la mejor manera posible, y sobre todo, ¡con mucho ánimo! Toma nota:
1. Aprende a gestionar de manera autónoma tus estudios: organízate y planifica
En la universidad no se suelen tener libros ni manuales con los que poder estudiar como sí teníamos en el instituto. Podría decirse que en esta nueva etapa todo se basa en tomar buenos apuntes.
Es cierto que al principio lo de trabajar por tu cuenta puede resultar un tanto difícil, pero hay que ponerle ganas, aprender a ser disciplinado. Hay que intentar trabajar cada día un poco y no perder el hilo de ninguna asignatura.
2. No te saltes las clases e implícate en ellas
Si lo haces, te garantizas de que podrás adaptarte y superar el primer año y los que vienen sin ningún problema.
Acudir e implicarse en las mismas también es fundamental para conectar con el profesorado, así como con tus compañeros.
Trata de estar atento a las aportaciones de los profesores, tu tutor o tus compañeros, para también poder participar de manera activa dando tu opinión o poniendo en práctica los conocimientos que vas adquiriendo.
3. Dale caña al inglés (o a otro idioma en su defecto) y di sí al Erasmus
Cuanto antes comiences con un idioma, mucho mejor, ya que en la mayoría de grados es necesario acreditar un nivel B1 o B2 (e incluso en algunos casos un C1) para poder cerrar expediente y obtener el título. No son pocos los estudiantes que se han quedado sin poder realizar un master por no tener el expediente cerrado al no haber podido acreditar por ese entonces un idioma. Además, los idiomas pueden abrirte muchas puertas en un futuro, tanto dentro de la universidad, como cuando salgas de ella.
Si tienes la oportunidad de irte de Erasmus, ¡hazlo! No sólo aprenderás y practicarás otro idioma, también vivirás una experiencia increíble que te hará crecer en confianza e independencia.
4. Infórmate para conocer a fondo el plan de estudios de cada año
No son pocos los estudiantes que dejan la carrera el primer año de universidad debido a que no era lo que esperaban. Esto puede deberse a la falta de orientación académica en etapas anteriores, y/o a que no cuentan con suficientes herramientas para poder profundizar en el conocimiento de su carrera y universidad.
A veces tenemos “idealizada” una carrera, y cuando comenzamos el curso y somos conscientes de las competencias que han de ponerse en juego en el desarrollo de los estudios, nos damos cuenta de que no se parece en nada a esa idealización.
Por esta razón es de gran importancia informarnos al máximo del plan de estudios de cada año, de esta manera sabrás a qué te enfrentas.
5. “Créate” un buen grupo de compañeros
Tener compañeros con los que compartir esta nueva etapa ayuda mucho, ya que todos estáis pasando por lo mismo, y podéis apoyaros en momentos que se os hagan “cuesta arriba”.
Plantéate implicarte también en ofertas formativas, culturales y sociales que ofrecen las universidades, también son una gran oportunidad para ampliar tus amistades, así como desarrollar competencias transversales como la comunicación, la empatía, etc.
6. Expón tus inquietudes y pide orientación
Verbalizar las inquietudes, discutirlas y compartirlas con amigos, tutores y orientadores profesionales pueden ser buenos métodos para ir viendo tu evolución y te harán sentirte mejor en esta nueva etapa.
En la actualidad, las universidades suelen contar con servicios de acompañamiento como “mentores” (alumnos de años superiores), o tutores.
Además, es recomendable que te informes de tus derechos y deberes como estudiante universitario, así como los servicios que ofrece la universidad para orientar a sus alumn@s.
7. No te desmotives, no pierdas el interés y las ganas de aprender
Las ganas de aprender pueden convertirse en un buen arma para vencer a las adversidades de esta nueva etapa. Hay que ser curioso y tener ganas de seguir sabiendo más cosas sobre lo que vas aprendiendo.
8. Compatibiliza
Si en esta nueva etapa combinas tu formación con un trabajo, comprueba que ambas son realmente compatibles, lo mismo si tienes una afición que para ti es importante.
Gestionar todo lo que tenemos que hacer y todo lo que nos gustaría hacer en esta etapa puede ser complicado, por lo que hay que tomar decisiones y aprender a priorizar. Trata de utilizar el primer mes de carrera para comprobar si tus actividades son compatibles.
9. Plantéate tu proyecto profesional e intenta desarrollarlo
Trata de no ir a la deriva, intenta tomar las riendas de tu propio proyecto profesional. Para ello, indaga en los posibles itinerarios que puedes seguir para completar tu formación, no solo a través del plan de estudios, sino de otras vías extraacadémicas (voluntariado, prácticas extracurriculares, seminarios, talleres, etc.)
No tienes porque seguir el itinerario de lo que “debe ser” (terminar tus años de carrera y buscar un trabajo). Puedes enfocarlo en lo que tiene más sentido para ti y para tu proyecto tanto vital como profesional, por ejemplo, acabar tus estudios algo más tarde para poder aprovechar oportunidades de prácticas o becas para formarte en el extranjero.
10. Si finalmente cambias de carrera o abandonas, busca otras opciones de estudio.
Si realmente te das cuenta de que te has equivocado, háblalo, busca ayuda y reconduce la situación. Equivocarse no es malo, al contrario, podemos rectificar y no pasa nada por volver a empezar.
Si finalmente la universidad no cumple con las expectativas que tenía o tus objetivos, explota otras alternativas de formación, como la Formación Profesional, una estupenda opción que ofrece un amplio abanico de itinerarios profesionales. 
